En búsqueda de entender cómo es que dos puntos se conectan, encontré la atracción magnética, como una fuerza invisible que logra atraer a los opuestos hacia un mismo sitio. También es considerada la fuerza de repulsión, como aquella acción que distancia dos elementos, pero que, al generar este distanciamiento, forzosamente provocará la cercanía entre estos elementos y otros distintos. Buscar conectar dos personas, tiene variables como: ubicación, conocimiento, experiencias, similitudes o diferencias. Dentro de las muchas variables que puede haber para acercar a dos personas, hay un sinfín de consideraciones para ello, hasta el mismo punto de llegar al subjetivismo de la voluntad de hacerlo o no por parte de los involucrados. Si hay tantos elementos a considerar para el acercamiento entre sujetos y conexión entre los mismos, ¿por qué es tan frecuente que los seres humanos nos conectemos con otros de distintas formas?
Cabe mencionar algunas de las conexiones más arbitrarias, pero a la vez, más frecuentes en el día a día. ¿Qué hay de la conexión entre sujetos independientes, sin conocimiento previo entre ellos, pero que coinciden en el transporte público y terminan molestándose de la misma forma por como conduce el chofer de la unidad? ¿Te has dado cuenta la conexión y complicidad que hay cuando dos personas del mismo género ven a lo lejos una tercera persona muy atractiva del sexo opuesto y sin conocerse, sus sonrisas de complicidad asienten por identificar esa belleza que les hizo abrir un poco más los ojos? ¿Será conexión cuando dos personas caminando en direcciones distintas, identifican que hay alguien que requiere ayuda y ambas personas se acercan para apoyar?
Me parece que hay muchos momentos de conexión que tenemos en nuestras vidas, algunos de ellos tan rápidos y efímeros como un suspiro, pero otros tan grandes y fuertes como el enamoramiento cuando se convierte en amor.
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